Aceh/Yakarta (Indonesia), 23 abr (EFE/EPA).- (Imagen: Hotli Simanjuntak/Adi Weda ).- Indonesia, el país con mayor número de musulmanes del mundo, se prepara este año para un ramadán, que comienza este viernes y dura hasta el 23 de mayo, con prohibiciones de desplazamientos y con rezos por internet en medio de la pandemia de la COVID-19, que ya ha dejado en el país 635 muertos.
El archipiélago indonesio, con una población de 267 millones, registra cada año un éxodo masivo entre sus islas a lo largo del mes sagrado musulmán que culmina con la celebración del Eid al Fitr, que marca el fin del ayuno.
Las autoridades sanitarias locales han incidido en el gran riesgo de propagación que supone el éxodo, en especial de los trabajadores de Yakarta, epicentro de la epidemia nacional, hacia las provincias menos desarrolladas y con un deficiente sistema sanitario.
El Consejo de Ulemas, la máxima autoridad de asuntos islámicos del país, pidió anoche a los fieles que durante este ramadán eviten desplazarse y permanezcan en sus residencias, algo que no les impedirá realizar las prácticas del ayuno en horas diurnas y el rezo.
"Este año no estamos bajo una situación de normalidad, sino en una emergencia global. Por lo que (durante este tiempo extraordinario) no practiques la religión como un acto de libertad individual", señaló el consejo una fatua emitida el miércoles.
La autoridad islámica recomendó además seguir por internet los rezos de los imanes, debido a la prohibición de congregarse más de 5 personas, incluidas las mezquitas.
El presidente, Joko Widodo, anunció hace dos días en un discurso a la nación la prohibición de los viajes con el objetivo de evitar la proliferación de casos con el nuevo coronavirus.
Luhut Pandjaitan, ministro interino de Transporte, aclaró en un vídeo que la prohibición entra en vigor este viernes, aunque las sanciones no comenzarán a aplicarse hasta el 7 de mayo.
El ministro apuntó que todas las entradas y salidas a los distritos con más infectados de Yakarta quedarán completamente prohibidas.
Las autoridades establecerán controles de tráfico y bloquearán las principales carreteras, además de controlar los puertos del país.
Indonesia es el país del Sudeste Asiático con mayor número de decesos por el COVID-19 y ha detectado, según los últimos datos oficiales, a 7.410 infectados en el país.
Una alta tasa de muertos por infectado que ha encendido las voces de alarma entre los expertos, quienes advierten de que el número de casos sin detectar puede ser mucho mayor y reclaman al gobierno realizar un mayor número de pruebas.
Cerca del 88 por ciento de los más de 265 millones de indonesios practican el islam, en su mayoría de forma moderada, aunque existen minorías significativas de otras religiones.
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