Mostrando entradas con la etiqueta palestina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta palestina. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de mayo de 2024

Historia sobre Palestina

 emas / Guerras

ORIENTE MEDIO

palestina: breve historia de una tierra siempre en disputa

Guardar
Ciudad Vieja de Hebrón Palestina

Vista del casco antiguo de la Ciudad Vieja de Hebrón.

Colección de fotografías de G. Eric y Edith Matson / Expediente de Nominación Unesco

cada 29 de noviembre desde 1977 se celebra el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, una fecha señalada con el objetivo principal de reivindicar que la cuestión palestina todavía no ha obtenido una resolución justa, especialmente desde la partición territorial impuesta por la misma Asamblea General de las Naciones Unidas en 1947

Esta decisión supuso la expulsión de cientos de miles de palestos de sus tierras durante el inicio de la guerra árabe-israelí de 1948, un terrible suceso conocido como la Nakba que sin duda contribuye a contextualizar la situación bélica actual del territorio.

Sin embargo, el asentamiento del pueblo palestino en esta convulsa región de Oriente Próximo precede por mucho a la creación del Estado de Israel, así como sus conflictos. 

Su condición no permite catalogarlo del todo como un país o estado propio, aunque se le ha atribuido reconocimiento internacional. Para entender esta situación debemos retroceder en el tiempo, antes del conflicto palestino-israelí y de la administración británica de Palestina.

UN ORIGEN PREHISTÓRICO

El paso del ser humano por la zona de Palestina data de la época del paleolítico, cuando los primeros hombres de origen africano y asiático migraron por los territorios del actual Oriente Medio hace aproximadamente 44.000 años. 

Se considera que esta tierra situada entre el río Jordán y el mar Mediterráneo fue una de las primeras áreas pobladas del mundo antiguo. Hacia finales de la Prehistoria, en la Edad del Bronce, aparecían comunidades agrícolas y las primeras ciudades importantes, como es el caso de Jericó, Gaza o Jerusalén. 

Esta región conocida como la Palestina histórica es el origen del pueblo palestino, uno de los pueblos semitas del Levante mediterráneo que, según la Biblia, descendían del hijo mayor de Noé: Sem.

01 03 jerusalen salomon reina saba israel

Vista aérea de Jerusalén, una de las ciudades más antiguas de Palestina. 

Pero desde entonces, el territorio ha cambiado de manos frecuentemente y también se ha visto influenciado por las civilizaciones adyacentes: el Antiguo Egipto, Mesopotamia o Siria, entre otras. 

Fue ocupado en varias ocasiones por otros pueblos semitas como los hebreos, los fenicios o los cananeos. Más tarde, alrededor del año 1150 a.C. llegaron los filisteos, surgiendo entre ellos y los hebreos los primeros conflictos por el control del territorio y dando lugar a la formación del reino hebreo como respuesta a una posible invasn Aunque breve, este momento histórico originó los reinos de Israel y Judá, que fueron destruidos por el Imperio Asirio y el soberano Nabucodonosor II de Babilonia, de la cual el territorio de Palestina pasó a formar parte. 

A este panorama le siguieron la invasión persa de Babilonia, y posteriormente la conquista de Alejandro Magno, dejando a Palestina en manos del Imperio Romano de Oriente hasta que en el año 636, con la expansión musulmana, los árabes ocuparon el territorio durante varios siglos. 

Se trata de un importante punto de convergencia que alberga el origen de las tres religiones monoteístas del mundo: la cristiana, la judía y la musulmana. 

UNA RELACIÓN BÍBLICA

Lejos de encontrar la paz, este territorio llamó la atención de las potencias cristianas occidentales, que iniciaron Las Cruzadas en el año 1095 con el objetivo de recuperar el espacio conocido como la Tierra Santa del control musulmán. 

El origen territorial común en Jerusalén de las tres religiones convierte a Palestina en un foco importante, lleno de conflictos religiosos: para los cristianos es la cuna del cristianismo, para los musulmanes es el lugar donde Mahoma ascendió a los cielos, y para los judíos es la tierra prometida. 

Durante aproximadamente 100 años el mundo cristianos y el islámico se disputaron el territorio palestino hasta que este terminó en manos del Imperio Otomano desde el siglo XVI hasta principios del XX, un periodo de relativa tranquilidad que terminó con el estallido de la Primera Guerra Mundial

También durante este periodo, concretamente a finales del siglo XIX, se inicia en Palestina una oleada de inmigrantes judíos causada por la persecución que estos recibían en otras partes del mundo, por ejemplo en territorio ruso. 

LA PALESTINA CONTEMPORÁNEA

Tras la victoria aliada en la Gran Guerra, Francia y Gran Bretaña buscaron el apoyo de los árabes para vencer al Imperio Otomano a través de promesas que no llegaron a cumplirse, pues estos dos países se habían repartido previamente los territorios otomanos de Oriente Medio en









 el Acuerdo Sykes-Picot. Así, Francia pasaría a dominar el Líbano y Siria, mientras que el Reino Unido tomaría la actual Jordania, Irak y Palstina

artículo 

Dos décadas de conflictos

JERUSALÉN, EL ORIGEN DEL CONFLICTO

Leer artículo

A este hecho histórico le suceden años de conflictos trascendentales, entre los cuales destacan el levantamiento de al-Buraq en 1929, los disturbios de 1933 o la gran revuelta árabe de 1936-39. Finalmente, los británicos ceden el control del conflicto a las Naciones Unidas entre 1946 y 1947, quienes deciden imponer la partición territorial de Palestina entre el estado judío y el árabe

Ninguno de los bandos quedó satisfecho con la decisión, lo cual provocó la formación de grupos paramilitares de defensa por el lado de Palestina, y el inicio de la expropiación territorial por parte de Israel. 

Estos lograron conquistar más territorios de los asignados por la ONU y crearon de forma unilateral el Estado de Israel, causando en el proceso la destrucción de la mayor parte de la Palestina histórica en 1948. En consecuencia, el pueblo palestino fue expulsado a otros países árabes, permanecieron en territorios del recién creado Estado de Israel o se desplazaron hacia lo que quedaba de la Palestina histórica (Cisjordania, Gaza y Jerusalén) sin la posibilidad de regresar a su hogar.

Bridge Crossing Yom Kipur

Fuerzas egipcias cruzando el Canal de Suez durante la guerra del Yom Kipur.

Wikimedia Commons

A esta situación le suceden una serie de conflictos bélicos entre los cuales se incluye la llamada Guerra de los seis días, la Guerra del Yom Kipur o la Intifada Palestina. 

¿CUÁL ES EL ESTADO ACTUAL DE PALESTINA?

Con todo esto, el pueblo palestino nunca llegó a construir un Estado legítimo en Palestina aunque siempre ha habitado en el territorio o parte de él, independientemente de quién lo haya ocupado. 

En 1964 se creó la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), un organismo que, liderada por Yasser Arafat, aspira a la abolición del Estado de Israel y la creación de un Estado laico que englobe a árabes y judíos de territorios palestinos. 

La OLP fue partícipe de los Acuerdos de Oslo, un intento por alcanzar la paz que abría la posibilidad de la creación de un Estado Palestino. Se estableció entonces el Gobierno Autónomo Palestino (GAP), una entidad gubernamental limitada que administraría los territorios de Gaza y la Ribera Occidental.

Sin embargo, este gobierno seguía bajo el control israelí y los Acuerdos de Oslo no cumplieron sus objetivos, desencadenando nuevos episodios de violencia en el territorio palestino. 

El reconocimiento internacional es un aspecto clave para que un Estado pueda serlo legalmente. El caso de Palestina es que solamente algunos de los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas reconocen su existencia como tal. 

Actualmente la ONU considera a Palestina una entidad no estatal con calidad de observador, porque a pesar de que tiene instituciones estatales estas se encuentran en situación de ocupación y no tienen control absoluto del territorio: su derecho a la autodeterminación se ve truncado por la falta de soberanía en zonas como Gaza y Cisjordania.

Quiz sobre Palestina

 

martes, 21 de mayo de 2024

Los bordados de los que tratan de apropiarse

 

El arte del bordado palestino que el colonizador israelí se apropia

Cada vez que el régimen colonial de "Israel", vocifera que el falafel o el hummus es el plato tradicional de ese régimen, eso es prueba de que no son un pueblo.

  • El arte del bordado palestino que el colonizador israelí se apropia
    El arte del bordado palestino que el colonizador israelí se apropia

La expresión artística más popular en la cultura del pueblo nativo árabo-semita palestino es el bordado, conocido en lengua árabe como el tatriz. El clásico color rojizo del bordado proviene del color púrpura de la Canaán fenicia. Igualmente, el bordado palestino está emparentado con los milenarios mosaicos de Jericó. 

Es gracias a la mujer campesina palestina quien conserva y teje esta transmisión al resto de la nación. 

La prenda central del tatriz es el largo vestido femenino, denominado, tob. Cada región de Palestina tiene su particularidad, y no falta quien diga, “el tob de mi región es el más bello”. Existen concursos y desfiles que son casi una procesión, tanto en Palestina como en la diáspora misma, y sin querer hacer un juego de palabras, es un desborde de bordados, que enciende la identidad palestina, es un poema visual que nos  acaricia e igualmente es incendiario, todo un goce en el fuego colectivo,  también en lo íntimo y solitario. Sí y desde lo solitario,  yo me encontraba en mi Venezuela bajo varias semanas de rabia, propia de todo activismo político, que  es difícil y obstinante, y una noche recorrí a mi propia colección de bordados palestinos, ánforas de café, llaves antiguas de Galilea, Jerusalén y otros amuletos. Me envestí un antiguo tob , coloqué un amplio tatriz en el piso. Me arropé con otros tob y coloqué encima de mí los demás objetos. Quería proteger mi difícil activismo por Palestina. Fue mi ceremonia íntima. Muchas mujeres palestinas tienen sus solitarios rituales. Conocí en Jordania un joven palestino que me mostró su colección, sacos de bordados, bordados rotos y sucios, tenía entre otros pedazos muy pequeños muy antiguos.  Se sentía el más sencillo misticismo entre el joven y el tatriz.

Mi madre campesina palestina sobreviviente de Al Nakba, era tejedora y los vendía en Ramallah, una vez me dijo que: “Ir a Ramallah era como ir a Paris…Ramallah era hermosa”. En el tatriz se plasma la identidad y sentimiento Palestino, se cuela una misteriosa alegría, una bohemia, un cálido esplendor y elegancia.  


Te puede interesar

Cómo la inteligencia británica penetró y capturó la política antiterrorista de la UEPor David Miller


Hay ancianas que solo visten tatriz, se usa en eventos especiales como fiestas de bodas, ceremonias de compromisos, graduaciones escolares, en las marchas políticas, en una cena de invitados, algún suceso particular y en la vida diaria como ir a recolectar  aceitunas. 

En Ramallah, una anciana palestina me decía: “Bordar es como escribir”. Tal vez, el tatriz sea otro código de manuscritos y pergaminos, una metáfora de un otro arabesco sin tinta, con hilo y aguja, hilar a nuestra Palestina. Otra anciana de Nazareth me expresaba: “Los hilos son las venas y vísceras de los palestinos, y que cada vez que se entierra la aguja en la tela, es aferrarse, adentrase en nuestra tierra que nos quieren robar esos europeos”.

Hay quienes que, en momentos de llamados a la unidad política, exclaman: “Seamos como nuestro Tatriz, un tejido unido”. Y se ha hecho más recurrente entre la diáspora y la Palestina histórica sentirse en un mismo tejido…como sobrevivencia ante el  palestinicidio que se padece desde 1948. 

El tob, lo complementa la clásica capota bordeada de monedas antiguas y/o el chall. Existen igualmente los tapices de cruces, bordados que tejen un relato pintoresco en la que plasman la ardiente danza típica árabe, el Dabke. Asimismo se recrea la recolecta de olivas, naranjos, la hechura del pan, la moledura de la pimienta y del orégano, la fermentación del yogourt, el árbol de oliva, símbolo de Palestina, entre otros.

Con el tiempo se comenzó a bordar la llave, el símbolo del Retorno de los Refugiados Palestinos expulsados de su tierra natal por el colonialismo israelí. Posteriormente va obteniendo su orgánica evolución artesanal, se expande a los cojines, manteles, se incorpora a la tapicería  aplicada a la madera de oliva. Se expande a diversos objetos como porta libros, marca libros, porta gafas, porta llaves, bolsos y a un cúmulo de  otros objetos. 

El valor del tatriz para el pueblo palestino se puede medir por ejemplo en las disputas de divorcios conjúgales.  Igualmente en la declaración de la herencia la colección del tatriz está incluida en el testamento.

Era y es frecuente acordar de ir a casa de algún para tejer en grupos. La tejedera transcurre entre café, té, dulces, pastelitos de acelga, relatos y testimonios, cantos, chismes, risas y riñas. 

Es común ver una mujer sobre todo una anciana en un balcón, bajo una mata de parra, bajo un olivar o en la sala de la casa tejer. 

Desde décadas existen cooperativas populares de tatriz que generan toda una fuente económica. En los Campos Refugiados de Palestinos opera esta labor y es un recurso económico, en algunos casos son explotadas, muy mal remuneradas. 

Hubo un periodo, sobre todo en Gaza, con el advenimiento al poder del partido religioso palestino, Hamas, en la que el tatriz fue apartado como vestimenta y reemplazado por un atavió islámico. Las escuelas de tatriz conjuntamente con  historiadores y artistas  retoman esta vestimenta como banderola nacional. 

Hoy el tatriz está omnipresente en el sentimiento palestino, es una bandera cultural y nacional,  está en su simbología e imaginario. El bordado es conductor de un sentimiento colectivo. Es otro bastión de resistencia y sobrevivencia. Palestina después de la imposición del régimen colonial de Israel, pasó a ser un pueblo prohibido, y es por esto que su identidad cultural per se,  pasa a ser subversiva.  Vista la situación, Palestina ha solicitado a la Unesco  para que el mismo sea declarado como un Patrimonio Cultural  Inmaterial de la Humanidad. 

El régimen colonial de Israel se apropia del arte palestino, del tatriz. Se apropia de la historia milenaria del pueblo nativo semita-palestino, se hace pasar por el antiguo pueblo hebreo. Se apropia de la culinaria y de muchas expresiones cultural del pueblo nativo palestino. Hacer esto es prueba que los judíos no son un pueblo, y se ven obligados a usurpar la historia, culinaria y expresión cultural en general del pueblo nativo,  para hacerse pasar como pueblo. 

Apropiarse, usurpar, despojar al pueblo nativo semita palestino no solo de su tierra patria (como ocurrió en el clásico colonialismo), sino de su historia y cultura, es la prueba que los judíos no son un pueblo (y no son un pueblo de la misma manera como los cristianos y musulmanes no son tampoco un pueblo). Hablar de esto es tabú, es un criminal e inmoral tabú que hay que romper para evitar el exterminio del pueblo nativo palestino. 


Te puede interesar

Una nota a pie de páginaPor Bouthaina Shaaban


El colonialismo israelí utiliza el bordado palestino en los eventos internacionales, presentándolo como propio del colonialismo. Esto es prueba también de un sofisticado método de exterminio al pueblo nativo palestino.

El "Israel" que se impuso desde Europa y por europeos en 1948, en Palestina, es un clásico colonialismo, es un anacronismo colonial hoy en nuestro siglo XXI. Es el peor colonialismo en la Historia de la humanidad ya que tiene la particularidad de ser un colonialismo que no proviene de un pueblo como en el clásico colonialismo sino que proviene de un movimiento que busca colonizar y se disfraza de pueblo y es por esto que no solo usurpa la tierra patria del nativo sino que también usurpa su historia  su culinaria y expresión cultural. 

En el clásico colonialismo el colonizador toma el suelo patrio del nativo y en grandes líneas destruye su historia y su expresión cultural. En el clásico colonialismo el colonizador jamás se apropia de la historia, culinaria y expresión cultural del pueblo nativo ya que ellos, los colonizadores tienen su propia historia, culinaria y expresión cultural. Además hacer esto sería una ofensa como supremacía colonial, sería degradarse. Un colonial español jamás dijo que era descendiente de la magnánima y mística civilización Maya.

En tiempos pasados, ante la barbarie y  oscurantismo del colonialismo, el colonizador se presentaba  como el símbolo de grandeza, honor y gloria. Destruir la cultura e historia del colonizado era un acto de purificación: acabar con la bestia. Hoy, el colonialismo es una vergüenza y es por esto que el colonialismo del movimiento eurosionista, se apropia de la historia, culinaria y expresión cultural del pueblo nativo para ocultar su naturaleza y raíz colonial en Palestina.  

Cada vez que el régimen colonial de Israel, vocifera que el falafel o el hummus es el plato tradicional de ese régimen, eso es prueba de que no son un pueblo. El israelí no es Israelita, cada vez que dicen que son el antiguo pueblo hebreo, eso es prueba de que no son un pueblo. Cada vez que dicen que el tatriz es una tradición israelí, es prueba que no son un pueblo y que deben hacer este robo  para disfrazar el su genocida anacronismo colonial contra el pueblo nativo  arabo-semita, cananeo, palestino que resiste y rehúsa desaparecer.