En estos días en que llevamos ya 31 días de encierro en nuestras casas me siento como una náufraga que lanza botellas al mar. Lanzo mensajes sin saber si alguna corriente favorable las llevará a buen puerto. Y en este ir y venir de mareas, de días y noches surgió la posibilidad de poder contactar con mi alumnado a través de un nuevo blog, que pesara menos para que accedieran a través de sus móviles.
Muchos de ellos están aprendiendo a leer y ese acto que es un acto de apertura hacia el mundo me lleva a pensar en la necesidad de que nos lean. Muchas veces he preguntado: - ¿Quién te da de leer?
Y me miran con extrañeza, y les digo: - Si, ¿quién te da de comer?- A eso responden rápido, y suele ser mamá la que alimenta, pero el alma y el corazón también necesitan crecer y se alimentan de palabras, de lecturas, de canciones, de tiempo compartido alrededor de un cuento, un verso, un poema, un aforismo que nos hace reflexionar.
Mis amigas que son generosas me acompañan en este viaje nómada por lecturas que quieren ser compartidas por todo aquel que recale en este puerto y quiera entrecerrar los ojos y soñar, imaginar, vivir, gozar.
Gracias a todas por dedicar parte de vuestro tiempo a seguir dando de leer.
Seguiremos actualizando esta entrada hoy y mañana
Qué fantástica idea la de leer fragmentos literarios...me recordó mi nilez, la forma en que la voz de los narradores de historias en la radio, me transportaban y evocaban lugares mágicos que alimentaron mi fantasía y mis ganas de aprender leyendo. Gracias.
ResponderEliminar