martes, 12 de mayo de 2020

El hinduismo y la vida de los hindús

El Hinduismo

"El hinduismo es la religión de los hindúes. Es la más antigua de todas las religiones presentes. El hinduismo no es una religión confeccionada por el hombre. No lo fundó ninguna persona. Ni tampoco se basa en una serie de dogmas predicados por determinados maestros. No comenzó con un sistema, como el islamismo o el cristianismo. Es producto de los sabios de los Vedas. Se desarrolló de era en era según las enseñanzas de los Avatares, los Rishis, los Vedas, los Upanishads, la Gita y los Itihasas. Existirá mientras perdure el mundo. En el corazón de cada hindú está arraigada una peculiar y misteriosa fuerza espiritual. Al hinduismo se lo conoce también por los nombres de Sanátana Dharma y Vaidika Dharma. Sanátana Dharma significa la religión eterna, la Ley Antigua. Vaidika Dharma significa la religión de los Vedas. El hinduismo deja una libertad absoluta a la mente racional del hombre. El hinduismo nunca impone una represión inadecuada a la libertad de la razón humana, o a la libertad de pensamiento, de sentimiento y de voluntad del hombre. El hinduismo es la religión de la libertad. Deja la más amplia libertad en asumo s de fe y de adoración. Deja absoluta libertad a la razón y al corazón humanos con respecto a temas tales como la naturaleza de Dios, el alma, la creación, la forma de adoración y la meta de la vida. No fuerza a nadie a aceptar ningún dogma ni ninguna forma de adoración en particular. Deja que cada uno reflexione, investigue, inquiera y se esfuerce. Por ello, todo tipo de credos religiosos, diversas formas de adoración, o Sádhana, y diferentes tipos de rituales y costumbres han hallado un prestigioso lugar unos junto a otros en el hinduismo, siendo cultivados y desarrollados en armónica relación unos con otros. El hinduismo, a diferencia de otras religiones, no afirma dogmáticamente que la emancipación final sea posible únicamente a través de él y no a través de ninguna otra. Es tan sólo un medio hacia un fin, y todos los medios que conduzcan eventualmente hacia tal fin los aprueba igualmente. La hospitalidad religiosa del hinduismo es proverbial. El hinduismo es extremadamente católico y liberal. Éste es su rasgo fundamental. El hinduismo respeta a todas las religiones. No rivaliza con ninguna de ellas. Acepta y honra a la verdad, de dondequiera que venga y cualquiera que sea su disfraz. "

 

 Sri Swami Sivananda

¿Qué es el Hinduismo?

Seguramente no habrá una religión en el mundo tan difícil de definir y con tan distintas percepciones y versiones de su naturaleza, prácticas y fines que esta, la nacida hace más de 7.000 años a la luz de los Vedas. En el sentido más estricto, el hinduismo es el conjunto de creencias, prácticas y filosofías nacidas en el subcontinente indio, y que tienen por base los textos conocidos como Vedas. Sin embargo, es probable que esta definición pueda resultar incompleta o insatisfactoria para muchos. Adentrémonos un poco más en la materia.

 

El término que los propios hindúes utilizaban, y aún hoy utilizan para referirse a su religión es Sanatana Dharma, llámandose los hindúes sanatanis. El término hinduismo, como muchos sabrán es un neologismo acuñado ante la necesidad de nombrar de alguna manera un conjunto de creencias tan heterodoxo. Sanatana Dharma puede traducirse como “Religión, camino o deber eterno”, refiriéndose al origen divino de dicho camino espiritual. El Sanatana Dharma se basa por completo en la revelación del Veda. Se hace necesario, por lo tanto, indagar en la naturaleza de éste.

La religión de los Vedas

Veda significa “conocimiento” o “sabiduría”. Se llama Vedas a los textos sagrados codificados hace milenios en la India por los rishis, o sabios ascetas, que vivieron en contemplación de lo divino, y vieron en sus corazones verdades divinas inconcebibles. Estos sabios, escribieron los primeros himnos védicos, que luego serían compilados por Vyasa, considerado como una encarnación de Dios nacida para preservar y compilar las Escrituras Sagradas. Vyasa ordenó los himnos védicos en cuatro colecciones: El Rig Veda, el Sama Veda, Yajur Veda y Atharva Veda. Vyasa tuvo cuatro discípulos y a cada uno le entregó un Veda para que lo estudiase y salvaguardase. Cada Veda comprende cuatro partes, a saber:

 

  • Samhitas: Las colecciones de versos, mantras y fórmulas de adoración a las divinidades y oración a Dios.
  • Brahmanas: Manuales de ritual y aplicación de los mantras. Normas para realizar los sacrificios védicos y el comportamiento brahmínico
  • Aranyakas: Disertaciones sobre el significado esotérico de estos rituales.
  • Upanishads: Tratados de filosofía que explican todos los libros anteriores a la luz de la sabiduría del alma. Las upanishads tratan sobre Dios, el mundo, el alma, y la relación entre estos tres. Por constituir la meta más elevada del Veda se les llama: Vedanta, o “la culminación de los Vedas”.

 Los Vedas se consideran apaurusheya, es decir, no son escritos por ser humano alguno, sino que fueron revelados por la Divinidad a los antiguos rishis, quienes lo transcribieron de acuerdo a su comprensión. Por eso, el Veda proclama: “La Verdad es una, los sabios la llaman de distintas maneras”. Hay que aclarar que Veda, en un sentido amplio, no se refiere sólo a los textos mencionados. El Veda, la Sabiduría Primordial, el Sanatana Dharma, existe desde siempre como la Palabra dicha por Dios a los hombres. Desde esta óptica, todo aquel conocimiento en sintonía con la sabiduría divina es Veda. Incluso, las escrituras de otras religiones, o lo hablado por los modernos sabios y profetas. Por lo tanto, el hindú, aunque se mantiene fiel a sus tradiciones y creencias, respeta todas las demás como rayos de la luz de Dios.

 

Así que de la sabiduría de los Vedas nace el Sanatana Dharma. Bhaktivinoda Thakur, un devoto hindú del siglo XIX, escribió en su obra el Jaiva Dharma (las funciones del alma), que, Sanatana DHarma es aquello que es consustancial al ser humano. Por ejemplo, el  Sanatana Dharma del agua, sería la humedad, y aunque esta cualidad del agua pueda ser neutralizada temporariamente, como por ejemplo, en el hielo seco, esta es una condición temporaria y no consustancial. En efecto, al derretirse el hielo, el agua volverá a su estado líquido. Del mismo modo, el Sanatana Dharma del ser humano es la felicidad. Todos estamos buscando esa felicidad de una manera u otra. El Veda nos dice que esta es una cualidad consustancial del ser humano, incluso, más allá, que no es que el ser humano sea feliz por naturaleza, sino que en sí mismo Es felicidad. No obstante, esta naturaleza ha sido temporariamente opacada por la aflicción. La práctica del Sanatana Dharma es, por tanto, el proceso para volver  a nuestra naturaleza esencial. En la fe hindú se cree que la única manera de lograr esto es el descubrimiento del alma espiritual y su comunión con el Supremo, Dios.

 

Dios es la Vida de nuestra vida, la vista detrás del ojo, el tacto tras la mano, el sabor del agua, el brillo de los metales, la dureza de la roca. El es Vida en aquello que nace, y es la Muerte en lo que desaparece. Está en el viento, en el fuego, está en ti y en mí, es el Testigo silencioso de todo cuanto vemos y sentimos. Lo puede todo, y aun así, no hace nada. Es más grande que todo el universo, y más pequeño que un átomo. Es existencia eterna, pero también es inexistencia. Es lo que es y lo que no es. ¿Quién puede definirlo? ¿Quién se atreve a decir: Él es esto y no es esto? Es Aquél que trasciende las palabras, está más allá de la razón. Contiénese entero en Su propia Beatitud. Es una persona, la Persona Suprema, y al mismo tiempo trasciende toda personalidad. Tiene todas las cualidades y al tiempo carece de ellas.

 

Pero por encima de todo, Dios es Amor. Amor inmotivado, amor sin interés. Amor que ama el amor. Dios es el misionero que ayuda al necesitado, es el maestro que enseña por amor a la enseñanza, es el sirviente que busca el bienestar de la humanidad. Esta en ti cada vez que haces una buena acción o que haces un regalo sin pedir nada a cambio. Y el amor, semilla del alma, es aquello con lo que nos conectamos a Su voluntad. Por ello, todas las religiones, o filosofías basadas en el amor, tienen algo de Dios, y por lo tanto son Veda.

 

Dios tiene muchos nombres en el hinduismo. Miles de nombres, de hecho. Él es llamado Vishnu, es llamado Shiva, es llamado Krishna, Rama, Narayana, Keshava, Hari, Radha,  Durga, Kali, Ganesha. Él tiene millones de manifestaciones, una por cada devoto. Pero Él es Uno. El hinduismo no es por fuerza una religión politeísta, aunque tiene mucho de éstas.

 

El hinduismo cree que conociendo y amando a estas formas de Dios se puede alcanzar la unión con Él, y gozar de la felicidad trascendental. Pero amar a Dios es amar a Dios en la humanidad. No es posible amar a Dios y despreciar a los hombres. Sólo en el amor y la humildad se Le encuentra. Pasa desapercibido a los instruidos, envanecidos de su conocimiento mundano, y se manifiesta a los humildes. Aquellos que inquieren y se postran ante los sabios con modestia y fe, son iluminados.


Las creencias del Hinduismo

Las creencias fundamentales del hinduismo son estas, tal como aparecen en los estatutos de nuestra asociación:

 Creemos  en la divinidad de los Vedas, las escrituras más antiguas del mundo, y veneramos los Agamas como igualmente revelados. Estos himnos primordiales son la palabra de Dios y el fundamento del Sanatana Dharma o Hinduísmo.

 

  • Creemos  en un Único, Ser Supremo que todo lo abarca que es ambos, inmanente y trascendente, ambos Creador y Realidad no manifiesta.
  • Creemos en karma, la ley de causa y efecto por la cual cada individuo crea su propio destino con sus pensamientos, palabras y hechos.
  • Creemos en que el alma reencarna, evolucionando a través de muchos nacimientos hasta que todos los karmas han sido resueltos, y moksha, conocimiento espiritual y liberación del ciclo de reencarnación, es obtenido. Ningún alma será privada de su destino
  • Creemos que un maestro desarrollado espiritualmente, es esencial para conocer el Absoluto Trascendente, así como lo son disciplina personal, buena conducta, purificación, auto-cuestionamiento y meditación.
  • Creemos que toda vida es sagrada, a ser amada y reverenciada, y por lo tanto practicamos ahimsa, o No Violencia.
  • Creemos que ninguna religión en particular enseña la única vía de salvación por sobre otras, sino que todos los senderos religiosos genuinos son facetas del Amor Puro y la Luz de Dios, y se merecen tolerancia y comprensión.

 (Tomadas del libro Danzando con Siva, de Satguru Sivaya Subramuniyaswami)

 

 Las ramas del hinduismo:

 

Algunas de las principales denominaciones del hinduismo son:

 

  • Vaishnavas, que adoran a Vishnu u otra de las formas de esta divinidad como la deidad suprema.
  • Shaivas, que consideran a Shiva como supremo.
  • Shaktas, que consideran a la forma femenina de Dios en cualquiera de sus advocaciones como suprema.
  • Advaitines, que consideran que Dios trasciende la forma y cualidades.
                               

    Sin embargo, hay muchos más credos y formas de religiosidad en el hinduismo. Por su diversidad y tolerancia, el hinduismo puede abrazar todos estos cultos, aún aquellos que contradicen otros cultos. Dentro del hinduismo podemos encontrar formas de religiosidad teistas, no teistas, ateas, dualistas, no dualistas, monistas, semi-dualistas, y en fin, toda una galaxia de filosofías, todas ellas bienvenidas en esta gran familia. Hay quien puede pensar que esto es un sinsentido. Sin embargo, la percepción hindú de que Dios está más allá de la razón, es la fuerza cohesiva que, en su diversidad une y da coherencia al Sanatana dharma. Los tres maestros medievales, Shankara, Ramanuja y Madhava escribieron un comentario a las Escrituras. Shankara las interpretó en la no diferencia entre el alma y Dios. Ramanuja por su parte matizó que el alma es no diferente de Dios, pero a su vez diferente, tal como el hilo de lana que forma una manta es la manta y a la vez no lo es. Madhava clamó la diferencia total entre el alma y Dios. Los tres fueron a ver a Vyasa, la encarnación de Dios, escritor del Vedanta. Y a los tres los aceptó y les dio su visto bueno. Todo es correcto. Todo es parcial.

La visión de la vida hindú

Sin embargo, quizás lo más importante que puede ofrecer el hinduismo es su cosmovisión, su manera de ver la existencia y el mundo que nos rodea. En el mundo occidental de hoy día, y cada vez más, tristemente, en el mundo oriental, se nos presenta una visión en la que el disfrute y bienestar del individuo es el máximo bien; a causa de esto, la tierra y el resto de las vidas (incluso las otras vidas humanas) son a menudo vistas como recursos para lograr esa comodidad. Las virtudes tales como verdad, amor, honor y honradez se relativizan, hasta el punto en que se consideran válidas sólo cuando son útiles para este propósito de dar comodidad al ser humano, pero desechables en el momento que ya no son convenientes. El ser humano se halla en esta visión de la vida absolutamente desconectado de la naturaleza, la cual es abusada y horadada hasta llegar al alcance del desastre. La razón y la lógica son las únicas autoridades válidas, desechando la parte espiritual e intuitiva del ser humano. Sólo lo que puede ser medido y cuantificado se considera real. El mundo es, en fin, una esfera hecha de tierra y gases que da vueltas azarosamente en pos de su destrucción final, y la vida un accidente causado por la casual conjunción de ciertas circunstancias púramente físicas y destinada a su desaparición.

 

En oposición a esta manera de percibir el mundo, el hinduismo contempla una visión espiritualizada, no sólo del ser humano, sino de todo lo que le rodea. Sea cual sea el credo teológico que el hindú profese, él contempla la vida como una totalidad. Nada está realmente separado en el universo, y por tanto todas las cosas merecen consideración y respeto. El hombre no abusa de la naturaleza, la venera como Divinidad, y toma con gratitud sus recursos sin extralimitarse, consciente de que el individuo es una pieza de un gran sistema. Al contrario de lo que pueda parecer, esto no significa que el ser individual no sea importante, al contrario, se respeta y valora como una chispa de la Divinidad, pero no tratará de imponer su bienestar al de los demás. El hinduismo encuentra a Dios detrás de cada árbol, piedra, río, de cada fenómeno y de cda ingenio inventado por el hombre. Reconoce la importancia vital de la lógica y la razón, pero al mismo tiempo la ve sólo como un aspecto del ser, sin descuidar la parte espiritual, más grande e indefinible.

 

El hinduismo no niega lo material, lo mental ni lo espiritual, considerando que es necesario alcanzar cuatro objetivos en la vida, los cuales son legítimos siempre que se alcancen por medios honestos. Estas metas de la vida son llamadas purusharthas, a saber:

 

  • Kama, o el disfrute del placer.
  • Artha, o la adquisición de riqueza.
  • Dharma, o el cumplimiento de la moralidad
  • Moksha, o la Liberación espiritual.

Como se ha dicho, el hinduismo no niega la adquisición de tales metas, sino que enfoca las tres primeras hacia el logro de la última y más importante, por ser ésta la que traerá al ser felicidad eterna, estando las otras tres sujetas a la desaparición.

En conclusión, el hinduismo vive la existencia de forma integral, plena, sin descuidar ninguno de los aspectos o caras de la vida, pero buscando siempre el bien común, el no dañar al prójimo ni a otras criaturas y la paz espiritual.

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