sábado, 18 de septiembre de 2021

La lucha de las mujeres pakistaníes

La lucha de las mujeres pakistaníes

Mujeres de la minoría wakhi
Las mujeres de la minoría wakhi de Pakistán elaboran y venden alfombras tradicionales tejidas a mano en la aldea de Gulmit, en el valle de Hunza.
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
Zina Parvwen
Zina Parvwen, de 52 años, junto a diversas alfombras wakhi tradicionales que ella y otras once mujeres fabrican y venden en Gulmit.
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
Bibi Farman
Bibi Farman, una carpintera de 32 años, es una de las 40 mujeres que trabajan en un taller de carpintería de Karimabad, una aldea del valle de Hunza. «Estoy aprendiendo competencias», afirma Farman. «Gano dinero. Mantengo a mi familia y mi confianza aumenta. Muchas chicas comparten sus problemas aquí. Somos una comunidad».
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
Tasleem Akhtar
Las mujeres muestran sus tejidos bordados a mano a Tasleem Akhtar, de 55 años, que dirige un centro vacacional en una aldea cerca de Islamabad. Una organización para el empoderamiento de las mujeres denominada Behbud ha formado a unas 300 mujeres que trabajan aquí. Las mujeres usan sus ingresos para mandar a sus hijos a la escuela.
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
Nadia Khan
Nadia Khan, una profesora ismaelita de 23 años, sentada entre sus alumnas. Los ismaelitas de Pakistán apoyan la educación de las mujeres, pero tienen una influencia limitada fuera del valle de Hunza en Gilgit-Baltistan. La única escuela femenina de la aldea de Minawar, con 24 alumnas entre los 14 y 17 años, todavía experimenta dificultades para que las chicas sigan asistiendo a clase en lugar de abandonar sus estudios para casarse a los 15 años. «Me supone un reto», dice la directora Bibi Raj. «Todas las niñas deberían ir a la escuela».
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
El valle de Hunza
El valle de Hunza, en el norte de Pakistán, limita con la región china de Xinjiang y el corredor afgano de Wakhan. Los musulmanes ismaelitas que viven allí fomentan la escolarización de las mujeres y la tolerancia religiosa.
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
Gulalai Ismail
Gulalai Ismail, activista pastuna de los derechos humanos de 32 años, fundó Aware Girls, una organización que combate la violencia contra las mujeres, a los 16 años. El grupo pretende educar y movilizar a niñas y mujeres contra la opresión social, sobre todo en su provincia de Khyber Pakhtunkhwa. En el momento en que se sacó esta foto, Ismail y Aware Girls estaban acusadas de blasfemia por llevar a cabo «actividades inmorales» y por desafiar tradiciones religiosas perjudiciales.
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic
Gulalai
Gulalai, que opta por solo llevar un apellido como protesta por la costumbre de adoptar el apellido de un hombre, dirige una organización de mujeres llamada Khwendo Kor en Khyber Pakhtunkhwa. Lleva a cabo sesiones de lectura feminista semanales en Peshawar, capital de Khyber Pakhtunkhwa. Profesoras, doctoras y trabajadoras voluntarias acuden a las reuniones para leer y debatir la intersección del género, la clase social, la desigualdad económica y el nacionalismo. «Viviendo en esta parte del mundo y siendo mujer, ¿cómo puede una no ser feminista?», dijo Gulalai. «No cabe otra opción».
Fotografía de Sara Hylton, National Geographic

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