Leer el discurso de Cristina Peri Rossi
Con esta conmemoración la UNESCO buscaba promover el fomento de la lectura y de la industria editorial. Y con motivo de la conmemoración de este día queremos llenar las Oficinas de literatura y libros, y siendo una Oficina de atención al Inmigrante, por supuesto, queremos llenarla de libros que nos cuenten historias de personas migrantes, de quienes abandonaron sus países por un sinfín de motivos (tantos como personas migrantes) para empezar de nuevo en otro lugar con una mezcla de emociones, a veces contradictorias, de las que tanto nos hablan en estos libros.
Así que hemos hecho una pequeña recopilación de novelas que acercan historias de personas migrantes y luchadoras y con las que hemos disfrutado. Son solamente algunas, son muchas más las voces que aún nos quedan por escuchar y leer.
Este libro de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi relata la vida de Ifemelu, su adolescencia en Nigeria y su emigración a EE.UU como estudiante.
El último libro de la escritora española de origen marroquí Najat el Hachmi, nos cuenta la adolescencia y juventud de la protagonista, de origen marroquí, en un barrió barcelonés de mayoría inmigrante.
De Zadie Smith, escritora inglesa de madre jamaicana, se centra en este libro en la vida de dos familias de orígenes diversos, de la relación de los padres con sus hijos, de racismo, entre otros muchos temas.
De Sam Selvon, escritor originario de Trinidad y Tobago que relata en este libro las penurias y dificultades de los inmigrantes caribeños en el Londres de los años cincuenta.
De Junot Diaz, escritor de nacionalidad estadounidense-dominicana que nos cuenta la historia de Oscar Wao, un adolescente de origen dominicano y sus idas y venidas a República Dominicana.
De la escritora griega Kallia Papadaki que recoge el mundo de los inmigrantes griegos en EE.UU, sus conflictos, ilusiones y anhelos por regresar.
De la escritora estadounidense de origen Ghanés Yaa Gyasi, en esta novela nos habla dos líneas de una saga familiar, aquella que se queda en África y la que es trasladada a EE.UU como esclavas/os.
De Tahar Ben Jelloun que narra la historia de Mohamed Limmigri inmigrante marroquí en Francia que se encuentra a punto de jubilarse.
De Valeria Luselli, escritora mejicana que en este libro a la vez que nos narra el viaje por EE.UU de esta familia de origen mejicano entremezcla la historia de niños desaparecidos en su ruta migratoria desde centroamérica a EE.UU con su condición de migrantes, la idea de familiar o sobre las relaciones de pareja y los conflictos de género.
VIAJE
Mi primer viaje
fue el del exilio
quince días de mar
sin parar
la mar constante
la mar antigua
la mar continua
la mar, el mal
Quince días de agua
sin luces de neón
sin calles sin aceras
sin ciudades
solo la luz
de algún barco en fugitiva
Quince días de mar
e incertidumbre
no sabía adónde iba
no conocía el puerto de destino
solo sabía aquello que dejaba
Por equipaje
una maleta llena de papeles
y de angustia
los papeles
para escribir
la angustia
para vivir con ella
compañera amiga
Nadie te despidió en el puerto de partida
nadie te esperaba en el puerto de llegada
Y las hojas de papel en blanco enmoheciendo
volviéndose amarillas en la maleta
maceradas por el agua de los mares
Desde entonces
tengo el trauma del viajero
si me quedo en la ciudad me angustio
si me voy
tengo miedo de no poder volver
Tiemblo antes de hacer una maleta
—cuánto pesa lo imprescindible—
A veces preferiría no ir a ninguna parte
A veces preferiría marcharme
El espacio me angustia como a los gatos
Partir
es siempre partirse en dos.
ASOMBRO
«Enséñame», dices, desde tus veintiún años
ávidos, creyendo, todavía, que se puede enseñar alguna cosa
y yo, que pasé de los sesenta
te miro con amor
es decir, con lejanía
(todo amor es amor a las diferencias
al espacio vacío entre dos cuerpos
al espacio vacío entre dos mentes
al horrible presentimiento de no morir de a dos)
te enseño, mansamente, alguna cita de Goethe
(«detente, instante, eres tan bello»)
o de Kafka (una vez hubo, hubo una vez
una sirena que no cantó)
mientras la noche lentamente se desliza hacia el alba
a través de este gran ventanal
que amas tanto
porque sus luces nocturnas
ocultan la ciudad verdadera
y en realidad podríamos estar en cualquier parte
estas luces podrían ser las de New York, avenida
Broadway, las de Berlín, Konstanzerstrasse,
las de Buenos Aires, calle Corrientes
y te oculto la única cosa que verdaderamente sé:
solo es poeta aquel que siente que la vida no es natural
que es asombro
descubrimiento revelación
que no es normal estar vivo
no es natural tener veintiún años
ni tampoco más de sesenta
no es normal haber caminado a las tres de la mañana
por el puente viejo de Córdoba, España, bajo la luz
amarilla de las farolas
no es natural el perfume de los naranjos en las plazas
—tres de la mañana—
ni en Oliva ni en Sevilla
lo natural es el asombro
lo natural es la sorpresa
lo natural es vivir como recién llegada
al mundo
a los callejones de Córdoba y sus arcos
a las plazas de París
a la humedad de Barcelona
al museo de muñecas
en el viejo vagón estacionado
en las vías muertas de Berlín.
Lo natural es morirse
sin haber paseado de la mano
por los portales de una ciudad desconocida
ni haber sentido el perfume de los blancos jazmines en flor
a las tres de la mañana,
meridiano de Greenwich
lo natural es que quien haya paseado de la mano
por los portales de una ciudad desconocida
no lo escriba
lo hunda en el ataúd del olvido.
La vida brota por todas partes
consanguínea
ebria
bacante exagerada
en noches de pasiones turbias
pero había una fuente que cloqueaba
lánguidamente
y era difícil no sentir que la vida puede ser bella
a veces
como una pausa
como una tregua que la muerte
le concede al goce.
—————————————
Autora: Cristina Peri Rossi. Título: Poesía completa. Editorial: Visor. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
Dos alumnos nos narran algunos datos de su biografía, no quieren mostrar muchos datos de su vida, pero han realizado el ejercicio tras conocer la biografía de Jaen Goodall.
Estupendo trabajo. Sucran
La uruguaya Cristina Peri Rossi, ganadora del Premio Cervantes 2021
“Por la puerta se iba el médico y entraba el Cervantes”, relata por teléfono Cristina Peri Rossi desde la cama, donde una combinación de broncoespamos, presión alta e insuficiencia cardíaca la tiene medio recluida desde hace un par de meses. “Me tuvieron que llevar al hospital por el asma; vinieron acá dos camilleros, uno grandote, de metro ochenta y mostachos espesos, y antes de bajar, le dije: ‘Si por el camino me han de hacer el boca a boca, por favor, que no sea usted”.
No hizo falta. Tal vez porque estaba en camino una forma particular de respiración asistida: el premio Cervantes de 2021, que, dotado con 125.000 euros, ha recaído en la escritora uruguaya, de 79 años. Este viernes cumplirá 80. Exiliada en Barcelona desde 1972, la nueva ganadora fue premonitoria en 2017 en una entrevista con EL PAÍS. A la pregunta “¿A quién le daría el Cervantes?” respondió: “A Cristina Peri Rossi, para que siga escribiendo”. Además de acertar, no parece haber necesitado el gran premio de las letras en español para continuar cultivando su oficio. En todos los géneros. Entre sus últimos títulos se cuentan un libro de relatos —Los amores equivocados (Menoscuarto)—, un poemario —Las replicantes (Cálamo)— y una antología de versos —La barca del tiempo (Visor)—. A ellos se sumó en 2018 una novela: Todo lo que no te pude decir (Menoscuarto). Esa novela reúne, precisamente, dos de las constantes de la obra de la nueva galardonada: el amor (en su vertiente más pasional y homoerótica) y el exilio. Y una reivindicación del papel activo de la mujer: “Cuando una mujer se siente frustrada, llora. Cuando un hombre se siente frustrado, descarga violencia”, leemos en sus páginas.
“Prefiero soñar con Montevideo y vivir acá: allí murieron mi madre y mi hermana, demasiada tristeza. Y ahora quiero alegrías, como la del Cervantes, aunque quizá sea la última”, asegura la premiada
Minutos después de recibir la noticia del galardón, Peri Rossi se entretiene en contar la anécdota de los camilleros porque, dice, “en mi vida siempre he tenido que desdramatizar, aunque no se me ha entendido; si no lo hago así, si no relativizo las cosas, me asusto mucho”. Y ese desdramatizar ha sido uno de los instrumentos con los que ha construido esa obra que el jurado ha elogiado por la “exploración y crítica de su escritura”. “Bueno, sí, son algunos de mis rasgos, siempre fui muy crítica con la vida política y social; la realidad me ha dado motivos continuos de quejas”. ¿Y lo de la exploración? “He tocado todos los géneros; el poemario Las musas inquietantes es uno de mis libros preferidos porque cada una de las pinturas va ligada a un personaje y un sentimiento… Ahora se recuperará en el volumen de poesía completa”, dice sobre el libro que a final de año editará Visor. También cita entre las transgresiones de forma o de fondo que ha practicado Los amores equivocados (“en un colegio católico de mi país expulsaron al profesor por hacerlo leer en clase”) o Todo lo que no te pude decir (“es una de mis mejores novelas y va sobre la relación de un hombre con un chimpancé”).
Si bien entre sus “intereses vitales múltiples” han estado el feminismo y el fútbol (“fui de las primeras escritoras en España en tener una página diaria sobre fútbol”, recuerda), cree que, en el fondo, toda su extensa obra se puede resumir en profundizar en la búsqueda y el análisis de “la asimetría de las complejas relaciones personales”.
Según ha explicado el ministro de Cultura, Miquel Iceta, al anunciar el fallo, el jurado ha querido destacar cómo el trabajo de Peri Rossi se ha centrado en “la condición de la mujer y la sexualidad”. También ha subrayado que este premio reconoce el puente entre las dos orillas que ha construido la ganadora con su obra “un recordatorio perpetuo del exilio”.
“La poesía es una percepción; la narrativa, un discurso”, suele decir la escritora cuando se le pregunta por dos de los géneros que más ha cultivado. Como Hemingway, sostiene que “la novela gana por puntos y el cuento y la poesía, por KO”. Directo y entusiasta, el ministro ha elegido unos versos de Habitación de hotel (2007) para presentarla al anunciar el galardón: “¿Cuál es mi casa? / ¿dónde vivo? / Mi casa es la escritura / la habito como el hogar de la hija descarriada / la pródiga / la que siempre vuelve para encontrar los rostros conocidos / el único fuego que no se extingue”.
Hija de emigrantes italianos, Cristina Peri Rossi abandonó su ciudad natal, Montevideo, con 31 años, meses antes del golpe militar que entre 1973 y 1985 desencadenó una de las más atroces represiones de América Latina. “Renuncié a una carrera universitaria brillante y a un futuro literario que ya tenía encarrilado, pero sabía con seguridad que el futuro del país estaba ya encarrilado hacia el golpe y tuve soplos que me permitieron averiguar que mi vida corría peligro”, afirmó ya en España al rememorar su salida de Uruguay. Aunque había estudiado Biología, se licenció en Literatura Comparada.
En la capital uruguaya vivía en un apartamento situado frente a la Embajada de Estados Unidos. Desde allí vio cómo muchas noches entraban y salían militares que después protagonizaron el golpe: “Vi incluso una noche cómo arrojaban envuelto en mantas un cadáver al mar, situado en un ángulo de visión desde mi ventana. En Montevideo se lacraban los ataúdes y se les entregaban los cadáveres a los familiares después de que estos firmaran un papel en el que se comprometían a no abrirlos”.
La nueva Cervantes forma parte de una generación de escritoras del Cono Sur que vio dos veces oscurecida su voz: como exiliadas y como mujeres. El primer destino lo compartió con autores represaliados por las dictaduras de los años setenta como Antonio Di Benedetto, Haroldo Conti, Daniel Moyano, Clara Obligado o su paisana y compañera en el palmarés cervantino Ida Vitale. Su madurez creativa coincidió con el destierro y la consiguiente separación de sus lectores naturales. Muchos terminaron en una España que se encaminaba hacia el fin de su propia dictadura y hacia el nacimiento de la “nueva narrativa”, es decir, hacia el desinterés por aquellos nombres que no hubieran tenido la suerte de caber bajo la etiqueta del llamado boom. Esa fue la segunda losa: el hecho de ser mujer en un tiempo que dejó fuera del canon oficial del siglo XX a autoras como Elena Garro, María Luisa Bombal, Armonía Somers, Marosa di Giorgio, Rosario Castellanos o Sara Gallardo. El empuje de la literatura latinoamericana escrita por mujeres en los últimos años ha empezado a devolverlas al lugar que merecían.
Solo cinco escritoras se habían hecho hasta ahora con el Premio Cervantes, la última de ellas, la citada Ida Vitale, que en 2018 se sumó a las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013).
Cristina Peri Rossi, no obstante, dedicó uno de sus libros más emotivos a uno de los autores canónicos del boom: Julio Cortázar. Si la amistad del narrador argentino fue una constante en su vida, la visión lúdica y experimental que el gran cronopio tenía de la escritura marcó su propia obra. Rayuela, dijo en 2013, durante la conmemoración del medio siglo de la famosa novela, “es la obra emblemática de la gente del 68. La leímos con el telón de fondo de los movimientos revolucionarios en Europa y América Latina. Toda una generación se identificó con el libro. En literatura no hay progreso, pero fue un hito. Claro que se puede escribir como antes de Rayuela, pero serán eso, novelas de antes de Rayuela”.
En 2019 la nueva laureada obtuvo en Chile el Premio José Donoso por toda su trayectoria. Un año más tarde noveló sus recuerdos de infancia y juventud en una obra de título inequívoco: La insumisa. La defensa de los inmigrantes, las mujeres y los homosexuales ha sido una constante tanto de su literatura como de su compromiso cívico. “Escribo poniéndome en el lugar de los perdedores”, afirmó al recibir el premio Loewe por Playstation (Visor, 2008), un libro de poesía narrativa ajeno a las convenciones de la llamada alta cultura y tejido con estampas que iban desde una escena en, de nuevo, las urgencias de un hospital a otra en un sex shop.
Haciendo un esfuerzo para hablar por teléfono, Cristina Peri Rossi reivindica sus dos apellidos (“nunca entendí por qué debemos llevar como primero el del padre; por ello mantengo el de mi madre”) y explica por qué nunca volvió a fijar su residencia de manera estable en Uruguay: “Prefiero que no haya tenido que elegir nunca; he extrañado mi tierra natal, pero prefiero soñar con Montevideo y vivir acá: allí murieron mi madre y mi hermana, demasiada tristeza. Y ahora quiero alegrías, como la del Cervantes, aunque quizá sea la última”, dice… riéndose.
Viviendo (1963).
El libro de mis primos (1969).
Exactamente como los argelinos en París (1973).
Miro del relato (1979).
La nave de los locos (1984).
El ángel caído (1986).
Las musas inquietantes (1999).
Estrategias del deseo (2004).
Playstation (2009).
Habitaciones privadas (2010).
Los amores equivocados (2015).
Todo lo que no te pude decir (2017).
La insumisa (2020).
Este año en que la poesía está en el aire he decidido reocmendar música en vez de libros, y ya que cae en sábado este día en que los libros son más económicos, vamos a dar visisbilidad a las canciones que son una forma más de difundir la poesía.
Música para el día del libro:
https://www.youtube.com/watch?v=KNM-XbyydqE
Pasión Vega
https://www.youtube.com/watch?v=HJCyVtf-kXc
Rozalen
https://www.youtube.com/watch?v=ndVezT3NTtc
Carla Morrison
https://www.youtube.com/watch?v=h7jxvfmyqAc
Aute
https://www.youtube.com/watch?v=hkM0IH8Slcg
Serrat y Sabina
https://www.youtube.com/watch?v=7dT5ojKvcZk
Mercedes Sosa
https://www.youtube.com/watch?v=eU1Hpc_iqL8
https://www.youtube.com/watch?v=as9xXqxtq88
Victor Heredia
https://www.youtube.com/watch?v=APyws1u4QvY
A través de la historia, mucha ha sido la literatura que ha marcado un antes y un después en toda la historia universal de los seres humanos. En los cinco continentes, grandes escritores de la talla de Homero, Shakespeare o Miguel de Cervantes han dejado un gran legado a la humanidad, sin embargo, aquí haremos mención a las obras más relevantes.
Ha sido el libro más universal y vendido en todo el mundo. Su influencia ha sido incuestionable y hoy sigue siendo uno de los más importantes e influyentes en el planeta entero.
Considerada una de las grandes obras literarias de todos los tiempos, donde se mezcla toda la historia cultural y social de la antigua Grecia, con personajes mitológicos envueltos en una fascinante historia de amor.
Toda su obra literaria es universal. Traducida a casi todos los idiomas y representadas en los mejores escenarios y teatros de todo el mundo.
Esta magistral obra de la literatura española ha sido traducida a muchos idiomas. Llena de una gran genialidad ha logrado cautivar al público lector de todas las edades.
Este libro ha sido toda una revolución. Con casi 400 millones de copias vendidas, está entre los más buscados y aceptados por grandes y pequeños.
Uno de los relatos más conmovedores y aleccionadores, contado por una niña durante el exterminio nazi. Ha sido traducido a muchos idiomas alrededor del mundo.
Fue ganador del Premio Nobel de Literatura. Ha sido considerada una verdadera obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal.
Considerado el libro universal de toda la cristiandad. Traducido a 438 lenguas e impreso al menos unas 6.000 millones de veces. Un importante manuscrito que habla del origen de la humanidad y toda su creación, así como todas las enseñanzas del cristianismo a través del evangelio.
Ha sido el libro más vendido y leído de todos los tiempos, también ocupa el primer lugar en copias reproducidas, eso sin contar el gran número de ejemplares que han sido donados y regalados.
Para celebrar el Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor, este 23 de abril, se realizarán, en los distintos países del globo, una serie de actividades que atraerán la atención de personas dedicadas al mundo de las artes y las letras, así como fanáticos de la lectura.
Si quieres formar parte de este importante evento, te invitamos a fomentar de manera individual o colectiva la cultura y el hábito de la lectura.
También puedes regalar un libro a un ser querido o simplemente utiliza la distintas redes sociales para que compartas tu opinión o experiencia sobre este interesante tema a través del hashtag #DíaMundialdelLibro.
https://cprcuencasmineras.es/publicaciones/show/curso-inicial-de-ajedrez-para-primaria-y-secundaria
Ajedrez para primaria y secundaria
Este curso inicial de ajedrez ha sido elaborado en el marco de un grupo de trabajo en el IES Cuenca del Nalón (La Felguera) comenzar enseñando primero los fundamentos y los rudimentos del ajedrez para dotar al alumnado de la base
Se conocen desde hace 18 años pero llevan tiempo sin intercambiar palabra. Andrey Kordochkin lidera la Iglesia Ortodoxa Rusa de España. Kostyantyn Trachuk se halla al frente de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Andrey prometió fidelidad al Patriarcado de Moscú. Kostyantyn, en cambio, profesa lealtad al de Constantinopla. Son dos confesiones situadas, a su pesar, en un escenario de guerra. Protagonistas de un cisma sin precedentes, otra de las réplicas de un conflicto que arrasa ciudades, provoca éxodos y precipita rupturas.
“Para mí Andrey es un hermano a través de la iglesia”, murmura Kostyantyn, soldador de profesión. El Independiente ha forjado su reencuentro. La cita tiene lugar una sobremesa de esta semana. Es una jornada envuelta en la calima que arrastran los vientos del sur. Los protagonistas llegan con cierto adelanto sobre la hora acordada. Ambos han aceptado verse en la Catedral Santa María Magdalena, un pequeño templo de cúpulas doradas en el barrio madrileño de Hortaleza que dirige Andrey.
En el primer contacto, sin embargo, afloran los recelos. Kostyantyn, reacio a fotografiarse en el interior de la iglesia, establece como condición que la entrevista discurra en el exterior. Andrey, de nacionalidad rusa, acepta. La dificultades del diálogo, a dos tiempos y en dos escenarios, demuestra sin medias tintas lo que tres semanas de conflicto han causado sobre el frágil tejido social.
“Nos une la humanidad, el amor a Dios y la misma liturgia”, advierte Kostyantyn. “Antes de los últimos acontecimientos podíamos decir que éramos una iglesia, porque la Iglesia Ortodoxa a nivel mundial es una familia de comunión de quince iglesias, cada una independiente. Por desgracia, hace unos años se rompió la comunicación entre los patriarcados de Moscú y Constantinopla”, rememora Andrey.
En enero de 2019 el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, reconoció y estableció oficialmente la Iglesia Ortodoxa de Ucrania y le otorgó autocefalia, la potestad de gobernarse autónomamente. El cisma entre ambos patriarcados se había producido unos meses antes, con el anuncio en octubre de que otorgaría esa autonomía “a la Iglesia de Ucrania”, independizándola de la rusa.
Después de todo esto, creo que la Iglesia Ucraniana que depende del Patriarcado de Moscú ya no existirá
Kostyantyn Trachuk, sacerdote de la iglesia ortodoxa ucraniana de madrid
“Hasta ahora había tres iglesias en Ucrania: la Ortodoxa Ucraniana; la Ucraniana que depende del Patriarcado de Moscú; y la Católica”, explica Kostyantyn. “Después de todo esto, creo que la Iglesia Ucraniana que depende del Patriarcado de Moscú ya no existirá. Será la decisión de la gente que ve lo que está pasando”, desliza.
“Es cierto que en este momento no podemos concelebrar pero nos une el mismo credo y el trabajo que estamos haciendo cada uno por su lado”, manifiesta Andrey. En sus misas, aclara, hasta tres cuartos de los parroquianos son ucranianos. “Nuestra situación puede ser un tanto distinta a la del padre Kostyantyn porque su comunidad es más étnica, más ucraniana. En ningún momento sentí nunca que tuviera un deber pastoral al frente de un pueblo o un Estado. Cuando me ordenaron sacerdote, mi primera parroquia estaba en el norte de Inglaterra, donde había serbios, búlgaros, británicos y rusos”.
“La Iglesia Ortodoxa Rusa no es una iglesia de Rusia. No servimos a ningún otro Estado y la geografía de nuestra iglesia es mucho más ancha que la propia Rusia”, arguye Andrey. Ambos sacerdotes vuelven a coincidir en que viven con “dolor y ansiedad” lo que sucede en los confines de Ucrania. “No hay palabras para definir realmente lo que está sucediendo y lo mal que lo estoy pasando porque algunos mis parientes y familia están allí”, comenta Kostyantyn, que recuerda estos días especialmente Mariúpol, la ciudad bajo un numantino asedio de las tropas rusas en la que residió durante tres lustros.
En Rusia la gente más joven no va a querer vivir en un país aislado y pobre, que tiene como modelo Corea del Norte. El Gobierno ruso ha elegido un camino suicida
Andrey Kordochkin, SACERDOTE DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA DE MADRID
“No solamente estamos preocupados por el futuro de Ucrania sino también por el de Rusia, un país que ya está sufriendo cambios brutales”, indica Andrey. “Son los ucranianos los que más están sufriendo físicamente, pero en el sentido más profundo Ucrania y Rusia son víctimas de lo que sucede. En Rusia la gente más joven no va a querer vivir en un país aislado y pobre, que tiene como modelo Corea del Norte, pero nadie les está preguntando su opinión. El Gobierno ruso ha elegido un camino suicida”.
“En esta guerra no habrá ninguna victoria”, dice con amargura el padre ruso. El máximo líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill, es un ferviente partidario de Vladímir Putin, a quien consideró en cierta ocasión “un milagro de Dios”. Sus sermones públicos han respaldado la estrategia del Kremlin. En las horas previas a la ofensiva sobre Ucrania, alabó “el responsable servicio al pueblo” del presidente y declaró que las fuerzas armadas “no debían albergar dudas de que habían escogido el camino correcto”.
El patriarca Kirill debería haber parado esto y lo único que hizo fue bendecir a los que fueron a la guerra
Kostyantyn Trachuk, sacerdote de la iglesia ortodoxa ucraniana de madrid
A juicio de Kostyantyn, “la iglesia no debe vivir la política”. “Tiene que vivir con Dios y preocupada por el bienestar del ser humano”, considera el ucraniano. “El patriarca Kirill comparte el mismo sentido político de Putin. Debería haber parado esto y lo único que hizo fue bendecir a los que fueron a la guerra”, apostilla. Andrey escucha en silencio sus palabras. No ha ocultado su postura. Es uno de los 275 sacerdotes ortodoxos rusos que, dentro y fuera de Rusia, han firmado una misiva dirigida al régimen de Putin exigiendo el fin inmediato de la guerra.
“Desde la iglesia, que no solo es el clero sino también sus fieles, podemos no apoyar la guerra; proclamar nuestra fe; y no vivir con el odio y la agresión. Podemos transmitir un sentido de paz y amor, porque las primeras víctimas de la guerra no son los que están únicamente en la zona de conflicto, sino cualquier persona que se halla movida por el espíritu del odio. Podemos intentar salvar a nuestras comunidades de estos sentimientos”, reflexiona Andrey.
– Si le pidieran consejo, ¿cómo acabaría con el conflicto?
-Mi
creencia personal es que entre las personas o las comunidades no hay
ninguna otra forma de interacción aparte del diálogo y la violencia.
Cuando las personas no son capaces de hablar; de transmitir sus
mensajes; y también escuchar. Cuando buscan solamente los intereses
propios y no los del otro, entran en una relación violenta. En la
situación en la que estamos, mi única esperanza es la recuperación de la
capacidad de hablar y escuchar. Creo en las emociones humanas más
fundamentales como la empatía o la compasión, que pertenecen no
solamente a los cristianos sino a cualquier hombre, si está bien de
cabeza.
El hombre noble hace cosas definidas por su deber mientras que el malo las hace motivadas por su beneficio. A veces tenemos que elegir
Andrey Kordochkin, SACERDOTE DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA DE MADRID
-¿Y Putin es capaz de escuchar y dialogar?
-Ahora mismo no muestra
ningún signo de ser capaz. En cualquier caso, creo que cuando un país
está en un estado de guerra, no podemos cargar toda la responsabilidad
en una persona. Siempre hay una élite y una sociedad. Lo que pasa es que
muchos son víctimas de la propaganda. Hay muy pocas personas que son
capaces de leer varias fuentes y comparar la información. Muchos no
tienen la capacidad crítica de hacer preguntas.
Andrey es plenamente consciente de lo que dice y de su coste. De que sus palabras y las de su patriarca parecen separadas por un abismo. “No creo sinceramente que el patriarca Kirill esté apoyando la guerra abiertamente. Está buscando un cierto equilibrio y defiende que parte de sus fieles están en un lado y otros en el otro. Está haciendo un esfuerzo para no identificarse con uno de los lados. La iglesia no es un partido político. No tenemos un líder que hable por todos. El metropolitano de Ucrania está hablando de un modo muy directo, pudiendo al Gobierno ruso que acabe con esta guerra y recordando las imágenes de Caín y Abel”.
También sabe del miedo que experimentan algunos compañeros, que prefieren el anonimato o el silencio. “Cualquier sacerdote que firma ese documento pidiendo el fin del conflicto representa un acto de valentía. Está más justificado tener esos temores estando en Rusia. Yo considero que estoy hasta cierto nivel en un lugar más seguro. Conozco el caso de un sacerdote que fue multado por pedir la paz. Es completamente absurdo”, desgrana. “Hay un dicho de los chinos antiguos que dice: el hombre noble hace cosas definidas por su deber mientras que el hombre malo las hace motivadas por su beneficio. A veces tenemos que elegir”.
Rezo para que Dios ilumine a Putin porque es un hombre sin humanidad
Kostyantyn Trachuk, sacerdote de la iglesia ortodoxa ucraniana de madrid
Su homólogo ucraniano descarta sentirse alistado “en un bando diferente” al de Andrey, pero marca las diferencias. En su opinión, la Rus de Kiev -la federación de tribus eslavas que las actuales Bielorrusia, Ucrania y Rusia consideran la génesis de su legado cultural, también para la iglesia local- “es historia y Ucrania”. “Es donde empezó la ortodoxia y luego se extendió por Rusia”, replica. El cura ruso disiente: “La Rus de Kiev no es Ucrania, pero tampoco Rusia ni la Unión Soviética. Sería un anacronismo decir que es una cosa u otra”.
“Las raíces de nuestra identidad cristiana, tanto para ucranianos como rusos, están en Kiev. Los primeros santos de nuestra iglesia son los hijos del príncipe Vladimiro, que cristianizó Rusia en el siglo décimo. Tras su muerte, comenzó una lucha en sus descendientes. En mil años no hemos hecho ningún avance porque estamos ante una guerra verdaderamente fratricida”, dice Andrey.
Y en mitad de las refriegas, de una violencia que ha reducido a escombros edificios y segado vidas, el sacerdote ucraniano confiesa que su fe no ha flaqueado a lo largo de estas semanas. “Si existe Dios, ¿cómo puede permanecer impasible ante todo esto?”, le interrogó. “Si hubiese dudas de Dios, no valdría la pena vivir porque la fe es lo primero”, responde sin apenas pensarlo. La rabia no es, advierte, el refugio: “Un cristiano no puede odiar”. Y Andrey comparte su prédica: “Estoy absolutamente seguro de que muchas personas están descubriendo su fe estos días, en los momentos más difíciles de su vida e incluso de su muerte”.
Los sacerdotes no servimos a los intereses de las autoridades sino al evangelio. Somos más capaces de reaccionar de un modo más adecuado que los políticos
Andrey Kordochkin, SACERDOTE DE LA IGLESIA ORTODOXA RUSA DE MADRID
“¿Cuántas personas en el poder, en ambos bandos, enviarán a sus hijos a luchar? Ninguno. Al final ellos toman las decisiones y nosotros, los sacerdotes, celebramos los funerales e intentamos consolar a las madres”, señala el cura ruso. “Las personas y pueblos son distintos, pero en la profundidad de la naturaleza humana coincidimos en el sentido de que las lágrimas de las madres ucranianas no son distintas de las de las madres rusas que están perdiendo a sus hijos en esta guerra. Los sacerdotes no servimos a los intereses de las autoridades sino al evangelio. Somos más capaces de reaccionar de un modo más adecuado que los políticos”.
¿Resulta posible perdonar a quienes iniciaron esta guerra? “El que tiene que perdonar es la víctima. En la carta que enviamos al Gobierno ruso, recordamos que no existe otra forma de entrar en el Reino de Dios que siendo perdonado por los demás. Temo que muchos de los gobernantes alcanzarán el final de su vida sin ser perdonados por las madres y las víctimas de un conflicto que no nos va a llevar a ningún lugar”, murmura Andrey.
Su colega ucraniano reconoce rezar incluso al enemigo “para que Dios les guíe en sus actos entre sus hermanos y hermanas”. “Rezo para que Dios ilumine a Putin porque es un hombre que no tiene humanidad. Carece de sentimientos incluso hacia su propia gente. Dios perdona a todo el mundo pero para Putin no hay perdón”, concluye.
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